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El hotel Turixant es especial. La tradición mallorquina y las claras líneas del diseño moderno se fusionan en él de una forma maravillosa. Una experiencia irrepetible y gratificante. En este hotel de tan sólo 12 habitaciones reinan una tranquilidad y paz de ensueño, y la sensación de sentirse como en casa es inmediata.
El hotel Turixant es un pequeño hotel boutique situado en la maravillosa isla de Mallorca. El establecimiento es dirigido por sus propietarios y cautiva a sus huéspedes por su encanto y confort. Esta histórica vivienda, que en su día perteneció a la iglesia, fue renovada cuidando cada detalle y consiguiendo que los elementos añejos de la casa coexistiesen en armonía con los actuales y modernos. El antiguo molino de harina y aceite aporta gran encanto y carácter a la parte baja de la casa. Los huéspedes son mimados con una maravillosa oferta gastronómica, tanto en el restaurante, que cuenta con bodega y bar, como en la terraza. Rodeado de un idílico jardín que cuenta con hamacas y camas balinesas, y una maravillosa piscina situada en medio de naranjos, Turixant es un verdadero oasis de paz para unas auténticas vacaciones en Mallorca.
El hotel Turixant es un hogar para todos los viajeros que buscan disfrutar de la auténtica Mallorca en un ambiente tranquilo. Lejos del turismo de masas, el hotel Turixant se encuentra en el idílico pueblo de Mancor de la Vall, en las estribaciones de la parte oeste de la Serra de Tramuntana. Fantástica naturaleza y un sinfín de posibles excursiones para senderistas y ciclistas están esperando a los huéspedes del hotel. La costa se encuentra a unos 30 minutos en coche. Variedad de pueblos bonitos, interesantes ciudades y atracciones turísticas son de fácil acceso. Palma de Mallorca y el aeropuerto distan a aprox. 40 km del hotel. Alquilar un coche es muy recomendable. Los viajeros que estén buscando tranquilidad encontrarán aquí su paraíso: el pequeño pueblo de Mancor de la Vall es apacible y sosegado, el turismo de masas es aquí un gran desconocido.
Mantener los orígenes e incorporar toques modernos a las antiguas estructuras era el objetivo de los propietarios del hotel Turixant a la hora de convertir una casa del s. XVIII en un hotel de calidad. Las paredes de piedra natural restauradas y las vigas de madera son testigos de los tiempos pasados. El estiloso interior y los bien ubicados objetos de diseño crean una armoniosa composición consiguiendo crear así un ambiente de ligereza y elegancia.